Nola y la puerta desmontada

En estos día viendo mis recuerdos en el facebook, vi una de las más memorables fotos de la Nola y aunque una imagen habla más que mil palabras, considere necesario contar esta historia.  Algunos sabrán que la Nola es especialista en travesuras, pero esta, es de sus mejores.

Cuando rescatamos a la Nola, ella tuvo que pasar por una larga recuperación de “reposo absoluto” que no fue ni mucho reposo ni muy absoluto, y consideramos que el mejor lugar (mejor que un kennel) era tenerla en un espacio un poquitín más grande, usamos una regadera de la casa con puerta corrediza, esto le permitía a la Nola acostarse, comer, tomar agua y hacer sus necesidades sin estar en un espacio muy reducido, esa regadera fue su hogar de diciembre de 2015 a abril de 2016 y hasta que conoció otra vez la libertad logro mantenerse tranquila allí.

Llego un día su primer celo y la cosa se puso horrible, con las hormonas alborotadas, la chucha caballo mordió a la Sushi y enloqueció a Don Jorge, así que en cuanto terminó el celo y fue prudente, llegó la castración y con ella otros diez días del temible y nunca muy efectivo “reposo absoluto”, había que tener MUCHO cuidado de que no se abrieran los puntos o que no hiciera un esfuerzo grande y se le hiciera una hernia; otra operación, otro reposo, otra locura…. ¡HAY NOOOOO MUCHAS GRACIAS!

En el momento de curarle su herida de la operación, muy cooperadora ella… si claro

La Nola regresó a la regadera y con complicaciones porque ya era una niña más grande y podía correr la puerta y saltar con todas las fuerzas que ya tenía para salir, decidimos entonces ponerle una correa larga (que se comió, por cierto) para que pudiera caminar y moverse un poco, era lo mejor que en esos momentos creíamos que podíamos hacer, como íbamos a trabajar podíamos verla hasta la tarde y la chica que trabajaba con nosotros la veía durante el día, los primeros días fueron bastante bien, hasta que llego el día del horror…

Luego de comerse la correa para liberarse, claro la amarramos… creo que se la comió otra vez

En cuanto entramos al baño lo vimos con horror, angustia, desesperación… todos, todos los sentimientos en un segundo, la Nola había desmontado la puerta del baño con sus poderes de Anubis…

El horror…

Debo ser sincera y decirles que mientras Carlos casi casi se convierte en Hulk y estaba horrorizado por lo que pudo pasar si el vidrio se quebraba, yo sentí una mezcla de orgullo y temor (más orgullo) y allí fue cuando le pedí a Carlos que tomara esta foto, recuerdo que le dije que no todos los perros hacen travesuras como estas jajajajaja y claro, las travesuras siguieron y seguirán hasta que su espíritu de cachorra se vaya apagando, yo prefiero que no sea nunca, aunque aveces sienta que nos va a dar un infarto al encontrarnos con sus “sorpresas”.

Como tuvimos que llevarla con nosotros, Carlos tuvo que cargarla como bebé para impedir cualquier locura

Por cierto, ya no pudimos confiar en ella durante su recuperación, por eso, el último día de su “reposo absoluto” tuvimos que llevarla con nosotros y el resultado fue un poco divertido y luego; pues..  Hannia (la maravillosa veterinaria de Nola), nos regañó un poco (bastante), pero al final, después de todas las aventuras, se recuperó maravillosamente y los 10 días de reposo fueron superados.

Último día de reposo, de angustia y de desesperación pero con paseo incluido

2 respuestas a “Nola y la puerta desmontada”

  1. Por eso y mucho más Nola es muy especial, además que es muy afortunada por haberlos en encontrado, mejor hogar no pudo haber encontrado, felicidades por Nola y por la paciencia que han tenido.
    Saludos

    1. ¡Gracias Rosario!
      esperamos que la paciencia nos alcance para mucho
      un abrazo fuerte para ti 🙂

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